Con el motivo de la visita de los neoyorquinos TOXIK, el pasado 28 de agosto Ezkizoofrenia Prods preparó un concierto digno para recordarse en el historial del Gato Calavera, recinto que está en una racha importante para eventos de metal nacional e internacional.
THRASHSTEEL ARRANCA MOTORES
El honorable esperó pacientemente en la fila a pesar de que el evento sufrió un retraso de más de una hora en una tarde lluviosa, mientras algunos afortunados ya disfrutaban del Meet & Greet. Con las primeras notas de «Two Minutes Hate», THRASHSTEEL fue la banda encargada de inaugurar la celebración musical y como es costumbre de la banda, fueron bien recibidos por la audiencia y su puntual y notorio séquito de aguerridos seguidores uniformados con parafernalia del power trio de thrash. Es importante mencionar que la banda se encuentra en la recta final para lanzar al mercado su segundo trabajo discográfico de larga duración y el video de «Kill The System» y esto ya es notorio en sus presentaciones, pues no solo salen a relucir todos los banners y la gran manta con la portada del LP, también podemos notar un THRASHSTEEL mucho mejor cuidado en el aspecto sonoro.
«Zombie Nation», «Planned Obsolescence» y la entrañable «Deus Ex Machina» (siempre acompañada de los coros del público) también se hicieron presentes en una de las mejores presentaciones de la banda que he presenciado, al menos en cuanto aspecto sonoro se refiere, pues esta vez cada pequeña nota y detalle se hicieron notar con una alta calidad producto de la buena combinación entre la inversión y cuidado de la banda por su propio sonido y la determinación de Ezkizoofrenia por aportar un buen backline, PA y staff apropiado para cubrir las exigencias tanto del audio como de la seguridad del evento.
No obstante, THRASHSTEEL terminó en una nota no tan alta su presentación, pues «Kill The System», su última canción, se vio perjudicada cuando la voz de Luis de Rubín fue sesgada de la mezcla con la intención de forzar a la banda a terminar su presentación al momento; esto con el argumento de que THRASHSTEEL estaba excediendo el tiempo acordado y por ende, estaban invadiendo el espacio de VAFFEN, esto causó que el ambiente se tensara un poco pues en pleno escenario se pudo apreciar un breve argumento entre ambos frontmen. A pesar del inconveniente, la banda terminó su canción y concluyó satisfactoriamente el concierto.
TURNO DE VAFFEN
Al cabo de unos minutos más, VAFFEN se hizo presente y esa tensión previamente generada se disipó cuando el poderío de la banda golpeó los oidos de los espectadores, quienes por cierto habían aumentado ligeramente en número para ese punto de la noche. El bombardeo de notas empezó por partida doble con la combinación de «D.F.A» y «Cop Killer» y Alonso Beltrán, mejor conocido como «El Compa», solicitó al público que hicieran más ruido justo para recibir una respuesta que solo se puede lograr cuando la banda tiene una trayectoria notoria y una base de fanáticos estable y creciente como es el caso de este cuarteto capitalino. En cuanto a su comunicación, contrario al caso de THRASHSTEEL quienes, en mi opinión, prefieren un acercamiento no tan verbal pero sí con mucha presencia escénica y contacto visual, VAFFEN es una banda que interactua directamente con su público en cada oportunidad que tiene y les funciona bastante bien la estrategia.
Quizá el único bemol de la presentación de VAFFEN es un sonido no tan empatado en cuanto a volúmenes, distorsiones y ecualización pero esto es bien compensado con su excelentemente sincronizado ensamble y una ejecución que demuestra porque la banda tiene un fuerte reconocimiento por parte de la escena. Temas como «Welcome to Mexico», «T.F.S.Z» y una doble más que fue «Obertura/La Era de las Máquinas Espirituales» lograron poner a los presentes a sacudir la cabeza e incluso a hacer un pequeño moshpit de los más eufóricos. Finalmente, a pesar de que esta vez no se hizo presente la llamada «Llamarada Compa» (acto representativo del cantante en el que escupe fuego), cerraron con «In Memoriam«, una nueva canción que sorpresivamente se va a un aspecto mucho más cantable y me hace pensar que la banda está evolucionando en su sonido. VAFFEN fue despedido con palmas.
LOS ESTELARES
Finalmente, el momento que todos habían estado esperando, TOXIK subió al escenario y el resultado fue sorpresivo y absolutamente devastador. Los primeros acordes de «Spontaneous» fueron un total, rotundo y absoluto gancho al hígado si hablamos del poderío con el que la banda interpreta sus canciones. Como era de esperarse, el Gato Calavera se encontraba lleno hasta este punto. A pesar de que se esperaba aún más público, el aforo del recinto estaba casi en su máxima capacidad y el personal de seguridad se encontró al pendiente en todo momento de aquellos que degustaban temas como «Heart Attack», «Pain and Misery» y «Door to Hell», en su mayoría jóvenes quienes se divirtieron sanamente en todo momento.
Uno de los momentos de mayor euforia en la presentación de los estadounidenses fue cuando tocaron un cover extremadamente fiel del clásico de uno de los cuatro grandes del metal, ANTHRAX: «Metal Thrashing Mad». Las cervezas siguieron circulando desde la barra mientras el calor del ambiente se hacía más notorio, sin embargo, el ánimo jamás bajó de tono pues TOXIK continuó tocando con una energía contundente y un sonido que no difiere en casi nada de sus producciones discográficas. La calidad sonora de la presentación fue superior, como asistente y consumidor recurrente del Gato Calavera estoy totalmente convencido de esta vez el lugar tuvo un sonido mucho mejor. La productora no dudó en cubrir cada detalle y aspecto de este concierto, transformándolo en una de las mejores entregas de la misma, insisto.
Casi al final de la noche y con un moshpit mucho más notorio en el reducido espacio del lugar, sonaron las 4 últimas canciones que conformaron el encore de la noche: «Too Late» y «Think This» acompañadas de otros dos covers clásicos, «Symptom of the Universe» de BLACK SABBATH y finalmente «Bonded by Blood» de EXODUS. El concierto llegó a su fin minutos antes de la media noche como se tenía previsto, permitiendo incluso a algunos acceder al transporte público para regresar a sus casas y a la banda conceder más fotos y convivencia con otros fanáticos de hueso colorado.