El pasado sábado 10 de septiembre se llevó a cabo en el Sala Corona de la Ciudad de México el festival ROCK & PATRIA, nueva propuesta surgida desde los cuarteles de ROCKTime MX para dar a conocer y celebrar los mejores talentos de la escena independiente mexicana. Esta primera edición del festival tenía como meta reunir a más de 1200 personas con un fin en común: disfrutar de 10 horas continuas de propuestas sólidas de diversos géneros musicales dentro del rock.
Sin seguir el orden de aparición en el escenario, revisemos primero los actos pertenecientes a géneros no metal:
En punto de las 16 hrs, tomaron el escenario los muchachos de RODEO WAY, quienes interpretan un rock electrónico bastante decoroso. Sin embargo, su falta de marcaje con el sintetizador para algunos temas, los alejan de tener un sonido distintivo. Un trabajo más amplio en su melodía pop, podría ayudarles. Después tuvimos a LOS ELÁSTICOS, toda una institución de la música surf. Entre sus alucinantes piezas (incluidos algunos estrenos), el sensual baile de la Chica Elástica y actitud cañera, el show resultó una sensacional oda a go-go de los años 60’s.
Llenos de energía y poder, el dueto CARDIEL hizo su aparición y vaya que prendió a los presentes. Su baterista, Samantha Ambrosio, posee una gran habilidad tras los platos. Ellos interpretan una fusión de noise y hardcore punk bien elaborada. A pesar de la maestría en la parte musical, las intervenciones en voz, aunque breves, son poco afortunadas. Finalmente tuvimos a LNG/SHT, tremendo conjunto de hip hop con letras divertidas, rimas astutas, un carismático frontman y música por demás bailable. Una lástima que hayan estado tan poco tiempo en el escenario.
Momento de revisar a los actos pesados presentes en el recital.
Increiblemente grato resultó conocer la música de ENDLESS, quienes quizá se llevaron la tarde con virtuosas piezas instrumentales, inspiradas por HELMET o TOOL. Entre sampleos de películas como recurso audiovisual en el escenario, sus temas resultan enigmáticos, llenos de pesadez. Envueltos en un hipnótico desenlance con ‘Lost Highway’ de David Lynch, el grupo solo nos deja ansiosos de escuchar su primer disco.
LACK OF REMORSE, con su autodenominado bacon-metal, dio un concierto brutal y apabullante. Su vocalista Andrei tiene gran manejo del escenario, con un retorcido sentido del humor y variedad de movimientos. Destaca la participación especial de Luis, cantante de CATHLEEN, en el tema «We Must Let Go«. Por desgracia, sufrieron de un sonido exageradamente saturado que no permitió apreciar bien el bajo y la guitarra líder.
FEEDBACK es una remembranza a los mejores momentos del groove metal noventero como PANTERA o KING’S X, aunque en su parte vocal se nota una tremenda admiración por David Draiman (DISTURBED). Con toda la intención de presentar su material más reciente ‘Insurrección Calavera’ (2014), los oriundos del Estado de México dieron el giro político a la velada. Un gran detalle que tuvieron con la audiencia, fue el obsequiar la icónica máscara de Guy Fawkes (V for Vendetta) para que al unísono, todo el recinto se levantara al grito de «Nunca nos rendiremos». ¡No les pierdan la pista!
Para todos los fans del metalcore/hardcore, tuvimos la presencia de CATHLEEN. A pesar de las fallas iniciales en el sonido, se levantaron con todo ante un enloquecido séquito de fans. Aunque muchos consideran al género estancado desde principios de la década, la ejecución fue impecable y dinámica. Sin embargo con músicos talentosos como ellos, da curiosidad saber si podrán reinventarse ante las nuevas tendencias. Por lo pronto, parece que lo lograron con su último lanzamiento, ‘Virus’ (2016).
Tras unos minutos de demora, salieron al escenario MYSTICA GIRLS, con un motivador discurso de su líder, Cinthya Blackcat. Bajo la premisa del estreno de sus canciones incluidas en su nueva placa de estudio a estrenar pronto, ‘Verónica, cortesana del infierno’, las chicas demostraron todo su talento imprimiendo el toque heavy metal bien hecho en México.
Finalmente y para cerrar con broche de oro, la dupla LOS VIEJOS, grandes exponentes del punk/thrash/grind que hicieron enloquecer al público con su ritmo lleno de poder y letras contagiosas e irreverentes. No en vano es una de las bandas más representativas del género que goza de un fanbase que cualquiera envidiaría. Sin embargo, hay que decirlo, esta vez les fallaron muchos de sus «ancianos» seguidores.
El ROCK & PATRIA demostró gran compromiso y capacidad para montar un evento de altura. Las bandas dieron el 100% en el escenario, cosa que siempre se agradece, además que se respiró un ambiente de camaradería entre todos. A pesar de los aspectos negativos señalados, siendo el más evidente (y lastimoso) la falta de público, la pasión y compromiso de los organizadores alientan a seguir apoyando esta clase de festivales. Para la próxima edición, quizá sea conveniente replantear la denominación y logística del evento, en aras de fortalecer el festival. Felicidades a la organización, nos vemos en 2017.