El CORONA NORTHSIDE revive el metal al norte del país

Tuvieron que pasar siete años para que el Metal volviera con todo a la Sultana del Norte. Atrás quedaron las glorias del Monterrey Metal Fest que presentaba carteles bastante dignos hace casi una década. En septiembre de este año, El México Metal Fest trajo de vuelta el entusiasmo por los festivales norteños con una docena de grandes exponentes nacionales e internacionales. Pero lo vivido el pasado 12 de noviembre, es un nuevo nivel en cuanto eventos no solo del género, sino de festivales musicales en nuestro país se refiere. En medio de una constante – aunque tolerable – llovizna, el Parque Fundidora abrió sus puertas a más de 32 mil asistentes ansiosos de escuchar a los mejores exponentes del rock y metal en el mundo. He aquí lo vivido.

Abriendo las actividades del festival en el escenario principal, los oriundos de Zacatecas y ganadores del Corona Battle for Northside, POSTNECRUM, presentaron su propuesta de black metal melódico que nos remonta a bandas como Cradle of Filth, Dimmu Borgir y Agathodaimon. Caracterizados bajo una imagen siniestra, dieron inicio en punto del mediodía con riffs impresionantes y un frontman con mucha intensidad. Sin embargo, la voz femenina se siente desaprovechada, cuando podrían darle un uso más potente, quizá al estilo de Theatres Des Vampires. Fuera de ello, la banda ha ido madurando su sonido y poco a poco van estableciéndose como una banda bastante sólida dentro del género. Prueba de ello fue su nominación en la categoría Black Metal de los Premios Kalani 2015, de la cual resultaron ganadores.

 

Por su parte, los regiomontanos COVENTRATE inauguraron el escenario Northside con un sensacional Thrash Metal heredero de la vieja escuela. Su vocalista posee una voz agraciada como muy pocos en México y que decir de su guitarrista, a la altura de cualquier norteamericano o alemán. Encima, cumplen con la parte de que sus composiciones son contagiosas y furiosas, tal cual debe ser el género. Puntos extra por añadirle a su presentación el toque satírico con un cura predicando en el escenario mientras aventaba billetes conmemorativos del concierto a todos los asistentes. Brutal, sigan por el buen camino.

 

De vuelta al Corona Stage, los neoyorkinos KILLCODE acapararon la atención del público con su manejo impresionante del escenario, con toda la energía que simboliza el hard rock más crudo. D.C. González es uno de los mejores guitarristas de esta generación no solo por su técnica, también por la actitud demostrada. El público se entregó para corear su nuevo sencillo, «Kicking and Screaming», un genial tributo a los héroes que desarrollaron el rock pesado en los 70’s. Fiesta, buen humor y gran talento se hicieron presentes, repitiendo la hazaña de la pasada edición del Corona Hell & Heaven Metal Fest. ¡No se pierdan su nuevo álbum, ‘The Answer’!

 

Continuando con el talento nacional, tocó el turno de los locales MALIGNO, quienes sufrieron una ligera falla en el sonido durante su primera canción. No obstante, los regios salieron con todo para presentar lo mejor del doom/stoner hecho en nuestro país. Su setlist se comprendió en mayor parte de temas de su última producción, ‘Mundo Ciego’, donde por primera vez se animaron a componer en español. Como siempre, MALIGNO es garantía de un gran show y este no fue la excepción.

 

El desfile de leyendas comenzó con VITAL REMAINS. Brian Werner entró a escena con Biblia en mano, la cual poco a poco comenzó a arder en un vistoso efecto especial que concluyó al cerrarla. A pesar que el primer tema sufrió fallas fatales en el audio (aunque hay que recalcar que esta sería la última falla que habría en todo el festival), arrancaron con el poder de su death metal blasfemo y todo se tornó una locura bestial, con clásicos como «Dechristianize» o «Hammer Down the Nails». Incluso tocaron una canción nueva por primera vez, con la promesa de que el próximo año lanzarían su siguiente disco.

 

Desde Tucson, Arizona, un ícono del Thrash de finales de los 80’s: SACRED REICH. Treinta años después y varios kilos extra, llegaron los cuatro miembros originales capitaneados por el bajista y cantante Phil Rind. Seis canciones no fueron suficientes para apreciar a esta enorme figura en su totalidad: Desde «The American Way», pasando por «Death Squad» y «Crimes Against Humanity», y el cierre con «Surf Nicaragua», SACRED REICH dio cátedra del mejor thrash ochentero, aún vigente.

 

Desde Argentina, la triada de A.N.I.M.A.L. continuó el festival para gran gusto de la mayoría de los asistentes. Durante los 90’s, ellos pusieron en alto lo mejor del metal latinoamericano y dejaron bien claro su legado con enérgicas interpretaciones como «Solo por ser Indios» o el cover a «Cop Killer» (Body Count).

 

¡El Northside no paró en ningún instante y conforme terminaba un acto, de inmediato seguía el otro!

Así en menos de tres segundos, comenzaron los brasileños de ANGRA, para todos los seguidores del Power Metal. No cabe duda que Fabio Lione es una cantante de un talento soberbio, influenciado en cada momento por Bruce Dickinson. Temas como «Time», «Nothing to Say», «Final Light» y su hit «Carry On», fueron bastante ovacionados. Además, su sección de percusiones frenética, le da un sabor distinto a la fórmula del power.

 

Unos favoritos de los regios, tomaron a continuación el escenario: HAGGARD, desde Alemania. Aunque Asis Nasseri lució molesto en un inicio porque ANGRA le había devorado cinco minutos del tiempo programado, de inmediato la respuesta de la audiencia levantó los ánimos. «Per Aspera Ad Astra», «Upon Fallen Autumn Leaves» y el infalible cover a «Hijo de la Luna», vibraron en todo el Parque Fundidora. Con 16 músicos en escena, HAGGARD mostró virtuosismo a la hora de introducir elementos clásicos; sobre todo la cantante soprano, que dejó enamorado a medio mundo. Gran show el de los alemanes que después de 3 años regresaron a México (su última presentación fue en Guadalajara durante el Hell & Heaven Metal Fest 2013).

 

En un giro casi de última hora, los americanos de SUICIDAL TENDENCIES no pudieron asistir al Northside por razones de salud de su cantante. En su lugar, tuvimos una grata sorpresa: DEVILDRIVER. Los californianos liderados por Dez Fafara dejaron una impresión brutal entre los asistentes. Equipado con su potente micrófono a la Rock N’ Roll de los 50’s, Fafara demolió el festival con «Hold Back the Day», «Ruthless», «End of the Line» y «I Could Care Less». Sin palabras, fue un recital perfecto.

 

El poder sueco llegó con SABATON, quienes se ganaron al público con su gran presencia y energía en el escenario, además del carisma de su frontman Joakim Brodén, quien incluso puso a corear a los presentes aquella melodía setentera de YMCA… No obstante, en lo personal me dejó una mala imagen el discreto playback de Joakim en un par de temas que supo disimular bastante bien entre las secuencias… ¿Se habrá desgastado tras su actuación previa en la CDMX? Lo cierto es que pocas personas se percataron del detalle y lograron gran éxito entre los presentes con temas tanto de antaño («Ghost Division», «Carolus Rex», «Swedish Pagans», «Primo Victoria») como de lo más reciente, como fue el caso de «Sparta» y «Winged Hussars».

 

Para celebrar sus 30 años de carrera, SEPULTURA y su «Troops of Doom» abrieron el festejo. Aprovecharon el momento para anunciar que el 13 de enero de 2017 el mundo conocerá su nuevo material, seguido de un preview con la contundente «I Am the Enemy» con tintes hardcore punk. A pesar de una ejecución muy pulcra, los temas de la era Cavalera (que ocupan gran parte del set) como «Desperate Cry», «Refuse/Resist» o «Roots Bloody Roots», simplemente no tienen el mismo encanto de antaño. Buen intento.

 

Cada vez nos acercábamos más a la recta final, no sin antes presenciar a P.O.D., quienes han sabido mantenerse en el gusto de su público por más de 20 años. Pero con todo y el esfuerzo de su saltarín vocalista, no puedo evitar el sentir que ha sido el mismo show que han dado por mucho tiempo. Entre «Boom», «Youth of the Nation», «Alive» y «Lost in Forever», los californianos se sienten repetitivos. Renovarse o morir. Deberían aprender algo de Disturbed.

 

Llegó el momento de un titán: CARCASS. El cuarteto de Liverpool fue una maravilla de principio a fin, quienes recorrieron temas del 89 al 2013 como «No Love Lost», «Buried Dreams», «Cadaver Pouch Conveyor System», «Corporal Jigsore Quandry», «Heartwork», entre otros… Jeff Walker se mostró como el amo absoluto que es detrás de las cuatro cuerdas mientras que Bill Steer, soltó solos llenos de virtuosismo. ¡Dioses!

 

Era el turno de la banda contemporánea más querida entre los aficionados del metal: LAMB OF GOD. Éxito tras éxito, Randy Blythe, los hermanos Adler, Mark Morton y John Campbell dieron el concierto más feroz del día. No es para menos con temas como «Walk With Me In Hell», «Still Echoes», «Blacken the Cursed Sun», «Now You’ve Got Something To Die For» y un cierre triplemente brutal: «Ruin», «Laid to Rest» y «Redneck». Sabían que el tiempo era poco y lo aprovecharon como pocos.

 

Para cerrar las actividades del Northside Stage, la leyenda viva TWISTED SISTER se reencontró nuevamente con su público mexicano por segunda ocasión este año, siendo la última vez que lo haría. Tras un breve recorrido de su trayectoria proyectado en las pantallas y musicalizado por AC/DC («It’s a Long Way to the Top (If You Wanna Rock ‘n’ Roll»), el recital comenzó con «What You Don’t Know (Sure Can Hurt You)», para continuar con otro clásico, «The Kids Are Back». Dee Snider se mostraba extasiado y lleno de energía, la cual no bajó en ningún momento durante todo el show. Al finalizar «Burn in Hell», el líder de la Hermana Torcida pidió a los encargados de Prensa que permitieran la permanencia de los fotógrafos y camarógrafos, justificando que se trataba del último concierto de la banda, un gesto inusual que todos los de barricada agradecimos.

«Destroyer» fue uno de los temas más esperados por sus seguidores, el cual no escatimaron en coros y derroche de gritos. Tras una tercia de temas más, llegaría el himno por excelencia de TWISTED SISTER: «We’re Not Gonna Take It», incluyendo su versión bufona – y culinaria – cuyo coro evoca a uno de los alimentos más característicos de la dieta del mexicano: «Huevos con aceite», la cual se hizo famosa desde la última edición del Corona Hell & Heaven Metal Fest celebrada en julio de este año. La noche se tiñó de emotividad y luz artificial – proveniente de los encendedores y móviles del público – con la power ballad «The Price», la cual sirvió para recordar a A.J., Dio y Lemmy. El ocaso llegaría con una tripleta de clásicos como «Under The Blade», «I Wanna Rock» y «S.M.F., con los cuáles Dee Snider, Jay Jay French, Eddie Ojeda, Mark Mendoza y el invitado Mike Portnoy, dejaron más que satisfechos a las miles de almas que se dieron cita en el Parque Fundidora para presenciar el adiós en México de una de las bandas icónicas del glam rock en el mundo.

 

Finalmente y para concluir la primera edición del festival Northside Monterrey, era momento de ver a la banda más ardiente sobre la Tierra: KISS. El show se tornó especial para todos sus fans más aguerridos, pues el setlist salió de lo usual para traernos grandes joyas olvidadas de su discografía. Para empezar, interpretaron la mitad del clásico de 1982, «Creatures of the Night: Keep Me Coming», «Rock and Roll Hell», «War Machine», el himno «I Love it Loud» y el track homónimo con el que arrancaron la fiesta. Hasta dos canciones de los álbumes solistas de Gene y Paul se hicieron presentes: «Radioactive» y «Wouldn’t You Like To Know Me», respectivamente.

No podían faltar los clásicos como «Detroit Rock City», «Firehouse», «Calling Dr. Love», «Shock Me» (Tommy Thayer cantándola se sigue sintiendo a blasfemia) y «Shout it Out Loud». La coreografía se presentó intacta como siempre: la pirotecnia, el vuelo de Paul en «Love Gun», la sangre brotando de Gene previo al diabólico «God of Thunder» y las plataformas elevadas en «Rock N Roll All Nite». Insisto, esta vez el cuarteto se enfocó en dar un espectáculo para sus seguidores más acérrimos y lo lograron con creces. ¡Cierre con broche de oro!

 

Corona Northside probó ser uno de los mejores eventos de los últimos años. La calidad de las bandas, escenarios, el audio, la infraestructura, la puntualidad… ¡Joder! Hasta los empleados de seguridad eran amables y eficientes. Esperemos que esta fórmula sirva como base para el resto de conciertos organizados por la misma empresa, sea Force Fest o Hell and Heaven, pues se notó una organización madura que ha aprendido de cada error vivido en otros festivales.

Únicamente hay algunos detalles a tomar en cuenta que ayudarían mucho a mejorar:

Los precios en alimentos. Cuando pasas casi 12 horas en el mismo lugar sin comer, es muy molesto. Si las únicas alternativas están a precios inflados, el sentir se vuelve peor. ¿75 pesos por un Hot-dog? Algo de consideración a los bolsillos del groso de los asistentes vendría bien.

La molestia más obvia fue la lluvia, la cual provocó un lodazal terrible. Si bien había partes donde hubo una capa protectora en el suelo, esta debería abarcar una mayor parte para evitar daño al área verde.

En las barricadas, de repente se saturaba para los actos más grandes. Lo ideal sería segmentar por grupos. Ejemplo: los primeros diez pasan en la canción inicial, otros diez en la siguiente y la decena restante durante la última. De esta manera, la gente de Prensa tendríamos mejores oportunidades y espacios para realizar la cobertura.

Felicidades a Live Talent, Apodaca Entertainment y Ocesa por brindar un festival de primer mundo.