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TWISTED SISTER debuta y se despide de México en Hell & Heaven 2016

Con los acordes de «It’s A Long Way To The Top (If You Wanna Rock ‘n’ Roll» de AC/DC de fondo, los legendarios TWISTED SISTER pisaron por primera vez un escenario mexicano la noche del sábado.

Dee SniderJay Jay FrenchEddie «Fingers» Ojeda, y Mark Mendoza, acompañados por Mike Portnoy (THE WINERY DOGS) tras la muerte de AJ Pero el año pasado, tuvieron su debut y despedida en México en el marco del Corona Hell & Heaven Fest 2016, esto como parte de su gira final Forty and F*ck It!

Los oriundos de New Jersey interpretaron temas de su carrera en los años ochenta, alternando entre sus primeros cuatro álbumes. «What You Don’t Know (Sure Can Hurt You)» del álbum debut Under The Blade abrió el nostálgico concierto, dando paso a una encendida multitud que no paraba de brincar con «The Kids Are Back» del segundo álbum You Can’t Stop Rock ‘n’ Roll. Los temas que dan nombre a ambos discos tampoco se hicieron esperar.

El momento cumbre de la noche llegó con los clásicos de su trabajo más exitoso, Stay Hungry. Los 80 mil asistentes cantaron al unísono el legendario «We’re Not Gonna Take It», que al final fue interpretado por el propio Snider en la parodia en español, cantando «Huevos con aceite» ante una audiencia en éxtasis.

«Es nuestro adiós. Cuarenta años después TWISTED SISTER se retira. Es la última vez que tocamos, no como SCORPIONS, no como JUDAS PRIEST, no como Ozzy. No más tours.»

El momento solemne llegó con «The Price», con la cual recordaron a grandes del metal recientemente fallecidos, entre los que se incluyeron el propio Pero, Lemmy Kilmister, y Jimmy Bain. Snider no dudó en aprovechar la oportunidad de exclamar «Fuck Donald Trump!» en alusión al candidato presidencial de EUA, lo que le valió los vítores y aplausos de los asistentes.

«I Wanna Rock» fue el himno que todos los rockeros y metaleros presentes estaban esperando, repitiendo los llamados de Snider a corear y agitar las cabelleras. «Tear It Loose»«S.M.F» cerraron con broche de oro una noche inolvidable para los mexicanos que, como Snider se encargó en recalcar, nunca se repetirá.